Aquí un interesante artículo de David Marchese, un reconocido analista musical de la Revista Spin de los USA:
Taylor Swift fue el elefante en mi cuarto cultural este año. Quizá esa no es la metáfora más apropiada para una tierna adolescente, de pelo de lino, pero sin duda que el éxito de Swift fue grande y que básicamente la ignoramos. De modo que con el año acercándose a su fin, sería bueno intentar rectificar esa situación.
Y ha sido duro no prestarle atención. El segundo álbum de Swift, FEARLESS, soltado el 11 de noviembre, se estrenó en el Nº 1 en los charts de Billboard, vendiendo casi 600,000 en su primera semana en discotiendas. Nada mal - y no es el fin. Sobre un millón de copias vendidas en tres semanas; y de regreso al lugar máximo después de cinco semanas. Ella aun vendió más que esa liberación largamente esperada por Guns 'N Roses, sin mencionar Kanye West, Britney Spears, y the Killers.
A pesar de su popularidad, los medios especializados, incluida esta revista, prestó relativamente poca atención a Swift, especialmente cuando la comparamos con los otros en su estratósfera de ventas como Britney o Beyonce. Éste es en parte un asunto de imagen. Ambos en términos de su vestido (ella no muestra mucha piel) y el tema de sus canciones (las castas aventuras amorosas de menores de edad), hay algo de Sweeth Valley High en la pensilvánica de diecinueve años de edad. Además del fugaz noviazgo con un hermano Jonas, no existe allí más material jugoso que ese.
Pero relegarla a la moda pasajera adolescente no es muy justo. Su habilidad de cantante y compositora la señala como un fenómeno diferente que, digamos, los chicos de High School Musical. En realidad, mientras las melodías y los arreglos en Fearless son todos fuertes, a menudo llegan a pasar como el equivalente auditivo de un chiquillo molestoso tirando fuertemente de su manga por atención.
Líricamente, sin embargo, ella está muy madura. No puedo alardear de saber el trabajo interior de la mente de una chica adolescente, pero cuándo Swift escribe, acerca de un rival de amor, "Ella no pone su humor como lo hace uno" (en "You Belong To Me"), o acerca del regalo de su madre para consolarla en "The Best Day", hay un nivel de detalle y honradez emocional que usted no encuentra en la mayoría de la música pop, explosión o de otra manera. Me gustaría ver el trabajo de Swift con alguien como Rick Rubin, quien podría enfocar la atención en la fuerza de su composición y prescinda de la decoración de escaparates empalagosamente zalamera.
Swift también indudablemente ha sido ayudada por un género poco explorado. Sus melodías atractivamente conversacionales tienen un tañido humilde del country, pero ni siquiera para disuadir a los de los estados azules. De modo semejante, sus canciones están llenas de música country significantes - el banjo, el violín, el mandolín - pero las utilizan como acompañamiento para las guitarras crujientes en primer plano. El resultado es una pequeña bofetada en esa zona hot de ventas entre Miley Cyrus y Carrie Underwood.
Será interesante para ver cuánto tiempo ella se queda allí. En algún punto, si se trata de una desviación comercial o simplemente a medida que crezca, Swift cambiará. Tal vez ella llegue a ser una tradicionalista del country (un Leann Rimes) o hará un movimiento puro de explosión e irá por los fueros de Britney.
Hasta entonces, déjenos justamente apreciarla la cosa rara que ella es - una estrella que es mejor de lo que ella tiene que ser.
-fuente: Revista Spin-
¿Qué piensan ustedes, BDLecTores? ¿Creen que ella tiene larga vida en el negocio de la música? ¿O Swift está condenada al fracaso como la mayoría de los cantantes adolescentes?
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